Los políticos, nuestros políticos, siguen tan preocupados de los ciudadanos como siempre. Vamos, que pasan olímpicamente de todos nosotros. Eso sí, lo suyo que no se lo toque nadie.
Poco después de la comunión, empiezan a oler la moqueta y a jugar con el coche oficial. Y así están hasta que se jubilan con toda la paga a los cincuenta y pocos. Sí, es que ellos son diferentes.
Dicen que están por y para el pueblo pero, en realidad, practican aquello de todo para mí y si sobra algo, también. Siempre pendientes de salir en cuantas más fotos mejor. Hablan por los codos pero no dicen nada.
Los laringectomizados perdemos el habla a consecuencia de la operación a que nos tenemos que ver sometidos para extirpar el cáncer de laringe que nos ha producido el tabaco. Tabaco que ellos permiten vender y que enormes beneficios les reporta.
Además de que la Seguridad Social no se preocupa de nosotros, ahora nuestros políticos nos quitan las pocas ayudas que teníamos y que nos permitían volver a aprender a hablar.
Pretenden callarnos. No se lo permitamos.
Arturo Castrillo García
DNI: 09.665.030
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